Manuscrito V

Amor de plástico

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Un beso tan repentino
o una mirada encendida
no deben nunca confundirnos
en esta escena escrita,
pues el «hola» y el «adiós»
se programan en mi corazón.
Todo tiene su final,
lo verás, ¡hay tiempo!

Desde ese cruel desengaño
que tengo el corazón roto...
Ahora el día yo lo cambio
viviendo noches de insomnio.
Bailando en la disco sé
que el dolor es cosa del ayer;
es un truco que aprendí,
no es por ti, ¡lo siento!

Si me amas en serio, tú pierdes.
Yo no puedo amarte, entiende
que el amor es apenas un juego:
lo sé disfrutar y es mi satisfacción.
Mi soledad entre amigos remedio.
Los zapatos de moda y vestidos
cubrirán este vacío...

Quien me invita a salir se parece
a ese hombre que se hace presente.
Se disparan los viejos recuerdos,
me hacen titubear, me abruman sin control.
Si el vaso cae y no me contengo,
lágrimas soltaré de improviso...
No preguntes el motivo.

Mi sueño viaja en autopista
cuando la noche se acaba.
Las luces en mis ojos brillan,
solo me rindo a su magia.
No te debes preocupar,
aunque soy una mujer glacial,
susurrando te diré:
«esto es un juego».

Hay un juego en mí:
amor de plástico.
Deja el ritmo fluir
hasta que salga el sol...


Homo Vagans | El vértigo de la vida